La heroína fue la droga principal generadora de dependencia en los años ochenta; también por su consumo por vía endovenosa, fue la causa de la propagación del SIDA; lo que la convirtió en los años noventa en una droga maldita.
En anteriores posts ya veniamos advirtiendo que la heroína vuelve. En realidad, nunca acabó de marcharse. Se vende más barata que la cocaína, y el «marketing» la aconseja que se fume o inhale.
La heroína es muy adictiva, engancha rápidamente, cuestión de días o semanas. En esto también se diferencia de la cocaína, que tarda meses en enganchar.
La heroína procede del opio, que se cultiva en Afganistán, este opio se refina en Turquía, desde aquí las mafias lo distribuyen por vía de turcos, rumanos, búlgaros; que hacen de mayoristas y estos colectivos se la entregan a gitanos, o a africanos que hacen de distribuidores minoristas, para que nuestros hijos se envenenen.
NO PODEMOS PERMITIR QUE VUELVA AQUELLA EPIDEMIA.
HAY QUE ROMPER LA CADENA, PARA QUE NO NOS ATE Y ESCLAVICE