El día 31 de diciembre, ritualizamos el tiempo, y todo el mundo atrapa unos instantes, para poner en hora su vida.
El medirlo bien, el dar pistoletazo de salida a los buenos propósitos, es decisorio. Un instante ,y ya nada es igual.
Para algunos, se mide en tiempo pasado y para otros en futuro. La obligación es de quienes sentimos el presente.
Cambiemos lo que haya que cambiar, ya es hora.
A ULTIMA HORA, DESDE MUNDAKA Y LA EUSKADI TROPICAL BANANERA, SE NOS INVITA A DESPEDIR EL AÑO, A RITMO DE LIBERTAD:
LAS GANAS DE VIVIR Y LA SONRISA, NO NOS LAS VAN A QUITAR