
«BEBER UN POQUITO»
Hace ya un tiempo, alertabamos de un estudio que pretendía relanzar un viejo medicamento, NAMELFENO, como posiblemente útil en el tratamiento del alcoholismo:
https://grupoeupsike.wordpress.com/2010/05/10/esense-2-estudio-y-captacion-de-bebedores-problema/.
De resultas de ese estudio ESENSE, se ha aprobado por la Agencia Europea del Medicamento (AEM), al NALMEFENO, comercializado como Selincro, como medicamento reductor del deseo de beber y así «limitador» de nº de vasos o copas a beber.
Es decir, el laboratorio nos vende lo que todos deseamos en el tratamiento del alcoholismo: Un medicamento que nos ayude a controlar la ingesta, al reducir el deseo. La panacéa. El ideal para el alcohólico y para el médico que lo trata.
Esta misma idea se dio curiosamente en Estados Unidos, en 1992, con la NALTREXONA. La cual curiosamente bajó vertiginosamente sus ventas, al introducirse la metadona y la buprenorfina en Europa, para el tratamiento sustitutivo en pacientes heroinómanos, aplicación para la que se destinaba la naltrexona y que se vió desplazada por la metadona.
Pero hete aquí. que aparece un estudio milagro, diciendo que la naltrexona es buenísima para bajar el deseo de beber, y por tanto se puede dar en pacientes alcohólicos para disminuir su deseo de beber.
Las ventas estaban salvadas; eso sí trás promocionar varios Congresos, Reuniones con el Experto, Talleres de formación….Presentación Nacional en el Museo del Prado…El recopón.
El invento duró hasta que duró el unte, para la maquinaria propagandística. Me temo que hoy en día son cuatro los alcohólicos que la estén tomando.
Algo parecido sucedió con el ACAMPROSATO; su prescripción es anecdótica, pero mientras duró su promoción comercial, parecía un curalotodo en el alcoholismo.
Mucho nos tememos, y más viendo como se utilizan los medios de comunicación, como altavoces propagandísticos, del Namelfeno, que éste sea, después de haberlo experimentado en 1994, otro medicamento de limitado uso, con mucha expectación previa.
Lo decimos, porque al igual que sus predecesores, «reductores del deseo», se necesitan medidas PSICOSOCIALES acompañantes, de alta implicación terapéutica entre el medico, psicólogo y paciente alcohólico. Tal como lo indica la AEM.
Por si alguien quiere saber más y comparar el Namelfeno con el placebo, les remito a una hoja informativa nada sospechosa, en la que se muestra que el medicamento no se distancia mucho del placebo:
http://www.ukmi.nhs.uk/applications/ndo/record_view_open.asp?newDrugID=2755
El nombre comercial Selincro, se parece mucho a Selucra.
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