Al hilo de la fiebre de los Premios Oscar, he recordado la fantástica película LOS PAJAROS, y a su inigualable director Alfred Hitchcock, a los que tengo asociados, con esta foto de un pájaro posado sobre su sempiterno puro.
Me viene una reflexión, a raíz de considerar por parte de los veterinarios, a las mascotas como fumadores pasivos, y demostrar en estos animales de compañía, la aparición de tumores y otras patologías médicas, por estar expuestos involuntariamente al humo de sus dueños.
Y me hace recordar, también, una noticia de agosto de 2012; en la que se recogía un estudio de la Universidad de Méjico, que hacía referencia a la utilización de los gorriones urbanos, de las colillas de cigarrillos que recogían en la calle y con las que ayudaban a estructurar y conformar su nido.
La noticia de esta conducta estaba en que si los gorriones cogían las colillas, para a través de la nicotina de las mismas, desinfectar de parásitos de los nidos, y así ofrecer una seguridad «sanitaria» a sus polluelos, o era debido a la escasez de ramitas y afines para hacer las paredes del anidamiento. De momento ahí quedó la noticia, y no sabemos del seguimiento y las conclusiones del estudio mejicano.
Aunque para nido especial, el Estadio Olímpico de Pekin, que sí recoge a muchos «pájaros chinos», aunque éstos son muy fumadores,de forma directa. No en vano el traslado de las multinacionales tabaqueras, para captar nuevos clientes entre los habitantes asiáticos, chinos incluidos.
De muestra, la comercialización como cenicero de este estadio. Cuando entre nosotros, los ceniceros son casí un recuerdo del pasado.