alucinaciones en microgramos
SEGUIDAMENTE Y DE FORMA DISTORSIONADA GRAFICAMENTE, TRANSCRIBIMOS LA EXPERIENCIA DE ALBERT HOFMANN CON EL LSD.
El siguiente es un tiempo bastante largo, pero muy informativo
cuenta de uno de los primeros viajes de LSD documentados realizados por
Albert Hofmann en 1943:
«04/19/43 16:20: 0.5 cc de medio promil acuosa
solución de tartrato de dietilamida = 0,25 mg por vía oral
tartrato. Tomado diluyó con aproximadamente 10 cc de agua.
Insípido.
17:00: Comienzo mareos, sensación de ansiedad,
distorsiones visuales, síntomas de parálisis, el deseo
a reír.
Suplemento 4/21: Inicio en bicicleta. De 18:00 –
ca.20: 00 crisis más grave. (Ver especial
informe).
****
A continuación, las notas en mi diario de laboratorio
cesar. Tuve la oportunidad de escribir las últimas palabras sólo
con gran esfuerzo. Para entonces ya estaba claro que
me que el LSD había sido la causa de la notable
experiencia del viernes anterior, por la alteración
percepciones eran del mismo tipo que antes, sólo
mucho más intensa. Tuve que luchar para hablar
inteligible. Le pedí a mi ayudante de laboratorio,
que fue informado de la auto-experimento, para escoltar
me home. Fuimos en bicicleta, sin automóvil
disponibles debido a restricciones de guerra en su
utilizar. De camino a casa, mi condición comenzó a
asumir formas amenazadoras. Todo en mi campo
de la visión vaciló y fue distorsionado, como si se ve en
un espejo curvo. También tuve la sensación de
ser incapaz de moverse del lugar. Sin embargo,
mi asistente me dijo más tarde que habíamos viajado
muy rápidamente. Por último, llegamos a salvo a casa
y el sonido, y yo era apenas capaz de hacer
mi compañero de convocar a nuestro médico de familia y
solicitar la leche de los vecinos.
[…]
El mareo y sensación de desmayo
llegó a ser tan fuerte a veces que yo ya no podía
mantenerme erguido, y tuvo que acostarse en un sofá.
Mi entorno ya se habían transformado en
formas más terribles. Todo en la habitación giraba
alrededor y los objetos y piezas de familiares
muebles asume formas grotescas y amenazadoras.
Estaban en movimiento continuo, animado, como si
impulsado por una inquietud interior. La señora de al
puerta, a la que apenas reconocí, me trajo leche
– En el transcurso de la noche bebí más de
dos litros. Ya no era la señora R., sino más bien
un malvado, bruja insidiosa con una máscara de color.
Incluso peor que estas transformaciones demoníacas
del mundo exterior, fueron las alteraciones que
percibido en mí mismo, en mi ser interior. Cada
el esfuerzo de mi voluntad, todo lo posible para poner fin
a la desintegración del mundo exterior y la
disolución de mi ego, que parecía ser un desperdicio
esfuerzo. Un demonio me había invadido, había tomado
posesión de mi cuerpo, mente y alma. Salté
y gritó, tratando de librarme de él,
pero luego se dejó caer de nuevo y yacía indefenso en el
sofá. La sustancia con la que quería
experimento, me había vencido. Era el demonio
que desprecio triunfó sobre mi voluntad. Estaba
capturado por el miedo terrible de volverse loco. Yo
fue llevado a otro mundo, otro lugar, otro
tiempo. Mi cuerpo parecía estar sin sensación,
sin vida, extraño. Estaba muriendo? ¿Fue esta la
transición? A veces creía ser
fuera de mi cuerpo y, a continuación, se percibe con claridad, como un
observador externo, la tragedia completa de mi
situación. Ni siquiera me había despedido de mi
familia (mi esposa, con nuestros tres hijos tenía
viajado ese día para visitar a sus padres, en
Lucerna). ¿Volverían a entender que yo tenía
no experimentado irreflexiva, irresponsablemente, pero
más bien con la mayor prudencia, y que dicha
resultado fue de ninguna manera previsible? Mi miedo y
la desesperación se intensificó, no sólo por un joven
familia debe perder su padre, sino también porque
temido dejar mi trabajo de investigación química, que
significado mucho para mí, sin terminar en medio de
fructífera, desarrollo prometedor. Otro
reflexión toma forma, una idea llena de amarga
ironía: si ahora estaba obligado a dejar este mundo
antes de tiempo, fue a causa de este ácido lisérgico
dietilamida que yo mismo había sacado a
el mundo.
Cuando llegó el médico, el punto culminante de
mi condición abatida ya había pasado. Mi
auxiliar de laboratorio le informó acerca de mi auto-
experimento, como yo todavía no era capaz de
formular una frase coherente. Negó con la cabeza
en la perplejidad, después de mis intentos de describir la
peligro mortal que amenazaba mi cuerpo. Podía
detectar ningún síntoma anormal que no sean extremadamente
dilatación de las pupilas. Pulso, presión arterial, respiración
fueron todos normales. No veía razón para prescribir
cualquier medicamento. En su lugar, me transporta a mi cama
y se quedó vigilarme. Poco a poco volví de
un mundo desconocido extraño para tranquilizar cotidiana
realidad. El horror se suavizó y dio paso a una
sensación de la buena fortuna y la gratitud, más
percepciones y pensamientos volvieron normales, y
se hicieron más seguros de que el peligro de la locura
era concluyente pasado.
Ahora, poco a poco pude empezar a disfrutar
los colores sin precedentes y juegos de formas que
persistido detrás de mis ojos cerrados. Caleidoscópico,
imágenes fantásticas surgieron en mí, alternando,
abigarrado, abriendo y cerrando a sí mismos en
círculos y espirales, explotando en color
fuentes, la reordenación y la hibridación a sí mismos
en constante cambio. Fue particularmente notable
cómo cada percepción acústica, tales como el sonido
de un picaporte o un automóvil que pasaba, se hizo
transforma en percepciones ópticas. Cada sonido
generado una imagen vívidamente cambiar, con su propia
forma y color uniforme.
A última hora de la tarde mi esposa regresó de
Lucerna. Alguien le había informado por teléfono
que estaba sufriendo un ataque misterioso. Ella
había vuelto a casa a la vez, dejando a los niños
detrás de sus padres. Por ahora, me había recuperado
yo mismo lo suficiente como para decirle lo que había pasado.
Exhausto, entonces me dormí, para despertar al lado
mañana refrescado, con la cabeza clara, aunque todavía
un poco cansado físicamente. Una sensación de bienestar
bienestar y vida renovada fluyó a través de mí.
El desayuno tenía un sabor delicioso y me dio
placer extraordinario. Cuando más tarde entré en
el jardín, en el que el sol brillaba ahora, después de un
lluvia de primavera, todo brillaba y centelleaba
nueva luz. El mundo era como si recién creado.
Todos mis sentidos vibraban en una condición de alta
sensibilidad, que persistió durante todo el día «.
(Hofmann, 1983).
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